Buenas!
No ha sido poca la polémica que se ha generado estos días en torno al informe publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acerca del análisis que han realizado a 40 marcas de aceite españolas. El informe venía a explicarnos como algunas marcas de aceite dan “gato por liebre” a los consumidores, quienes creyendo que están comprando Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) y pagándolo como tal, en realidad están recibiendo un aceite de calidad inferior, que en los mejores casos sería Aceite de Oliva “a secas” y en los peores Aceite Lampante, la cual ni siquiera es apta para el consumo por no haber pasado por el proceso de refinado necesario para su uso.
Si desean ampliar información acerca del contenido del informe pueden leer los artículos de prensa publicados en El Mundoy en El Economista. Así como leer el informe exacto en la web de la OCU, eso sí tendrán que estar registrados para poder leer el informe completo.
La reciente difusión de esta noticia nos ha servido de pie para decidirnos a hablarles de un producto que hemos adquirido recientemente y con el que estamos encantados. Se trata de un AOVE producido en Canarias. Hasta hace poco no habíamos tenido la oportunidad de probar aceite hecho en las islas. Desgraciadamente la producción es escasa y costosa, motivo que dificulta su difusión por puntos de ventas más accesibles a los usuarios, quedando su comercialización relegada casi exclusivamente a mercados agrícolas y ferias gastronómicas.
Y fue precisamente gracias a una de esas ferias, GranCanaria Me Gusta, evento al que fuimos invitados y del que ya les hablamos con anterioridad, que tuvimos la oportunidad de probar varios aceites canarios. En esta ocasión nos vamos a centrar en uno en concreto, en el ganador del primer premio en la Cata oficial del Cabildo de Gran Canaria. Se trata del Aceite de Oliva Virgen Extra de cosecha artesanal “Santa Lucia de Tirajana” que ha obtenido tal galardón por su sabor, aroma y calidad.
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Este AOVE se obtiene de olivos de la variedad verdial de Huévar, cosechados en la isla desde hace siglos. Si bien en Canarias no tenemos olivos autóctonos, dicha variedad se ha arraigado en nuestras tierras, hasta tal punto que el aceite obtenido aquí es totalmente distinto al que se podría obtener en otros lugares del país con la misma variedad de oliva. De hecho este tipo de olivos están casi defenestrados en la península debido a que el aceite que se obtiene es demasiado ácido. Sin embargo el aceite obtenido en el municipio de Santa Lucia de Tirajana cumple con los más estrictos requisitos de las catas internacionales, donde ha obtenido varios premios y menciones. La explicación de este fenómeno tan peculiar se encuentra en el clima y las condiciones especiales del suelo de las islas que otorgan a los olivos cualidades propias distintas a las de otras comunidades.
Durante nuestra visita a la feria asistimos a una cata de aceite en la que su ponente, Manuel Pérez Lorenzo (ingeniero agrónomo y Técnico del Ayuntamiento de Santa Lucia de Tirajana) nos mostró las diferencias entre un AOVE de baja calidad y un buen “virgen extra”. Por citar un ejemplo, si en una cata de aceite se puntuara en una escala del 1 al 10 sus cualidades, un aceite de oliva “corriente” (como podría ser el de algunas marcas blancas) obtendría una puntuación de 3, el AOVE “Santa Lucia de Tirajana” conseguiría una puntuación de 6 ó 6,5; teniendo en cuenta que el mejor aceite del mundo no supera una nota de 8 (al parecer los especialistas se reservan un par de puntos por si aparece algo espectacular).
En esta cata, además de conocer este aceite tan especial, aprendimos un montón de cosas y sobre todo derrumbamos muchos mitos. Por ejemplo, la relación entre el color del aceite y la calidad de la misma. Nosotros, imagino que como muchos otros, pensábamos que cuando más oscuro era el tono del aceite, mayor calidad, y no es así, el color solo viene determinado por la variedad de olivas del que se ha obtenido y del punto de maduración de las mismas.
Otro error en el que habíamos caído es el creer que cuanto más fuerte es el sabor de un aceite mejor es, y tampoco es así. Un buen aceite se determina por tener un sabor equilibrado: acidez y amargor en parámetros similares.
Retomando lo que les contábamos antes de las dificultades de explotación del AOVE canario, nuestros aceites no pueden competir en cantidad con los aceites andaluces o extremeños. Nuestras extensiones de olivares son mucho más pequeñas y las condiciones climatológicas están dificultando aún más si cabe la cosecha. En lo que sí que pueden competir nuestros aceites es en calidad y en peculiaridad. Manuel Pérez define así este AOVE: “el producto final es un líquido suave, con frutado muy intenso y ligero amargor. Tiene sabor a tomate verde y a hierba fresca, con sabor y aroma característicos y que intensifica los sabores de los productos que acompaña”.
En cuanto al precio, una botella de un litro ronda los 10 euros. No diremos que es barato, no lo es, pero sí que nos parece un precio razonable cuando estás adquiriendo un producto artesanal y de alta calidad. Lo creímos en su día, cuando lo compramos, y lo reafirmamos ahora visto lo visto en el informe de la OCU. Si nos podemos permitir gastar algo de dinero en consumo, que mejor que invertir en la calidad de nuestra alimentación. Teniendo en cuenta que no vamos a usar este aceite para freír ni nada por el estilo (eso sería poco menos que un sacrilegio) sino que la vamos a utilizar para comer en crudo, la botella nos puede durar bastante tiempo.
Y no esperemos embalajes espectaculares ni etiquetas extravagantes o con diseños vanguardistas. Como hemos dicho se trata de un producto artesanal en el que prima la calidad del aceite, de ahí la sencillez y practicidad de su botella.
Así que si vienen a nuestra casa, prueban nuestra comida y les parece que está exquisita ya saben el porqué. Así nos las gastamos con el aceite y con todo lo relativo a nuestra alimentación y sobre todo la del bebé Tartufo.
*Nota: Recopilando información para esta entrada, hemos descubierto que hay un punto de venta fijo en el Mercado Central (concretamente en el Rincón del queso + delicatesen).