Buenas!
Hoy toca verdura, verdura de la buena, de la sana y además de la bonita. Porque en primavera las frutas y las verduras tienen un color y un sabor especial. Además ya no hace tanto frío (de echo a Canarias nos ha llegado una buena bofetada de altas temperaturas con “ola de calor” incluida) y ya no apetecen tantas cremas y potajes y hay que buscar otras formas de preparar la verdura.
La verdad es que en nuestro blog no abundan demasiado los platos de verdura. No porque no la comamos, claro que sí. Pero es que nuestros platos de verdura son sencillos, de los de casa. Nos gustan muchos los potajes (de berros, de lentejas, de acelgas,…), los pucheros y las cremas monotemáticas (coliflor, calabacín, calabaza, zanahoria, puerro, espinacas, brócoli… o cualquier otra cosa que se nos ocurra). De vez en cuando dejamos caer alguna de nuestras queridísimas cremas por aquí, sin embargo el Tartufo cree que las fotografías de este tipo de recetas no quedan del todo bien así que prefiere “lucirse” con otro tipo de recetas de verdura, como por ejemplo la que traemos hoy.
La secuencia de actos fue más o menos así. El sábado al Tartufo le tocaba currar y a mi ir con la peque al mercado a por provisiones (como ven me toca la parte guay del asunto). El Tartufo me hace sus encargos, esta vez le apetecía verdura para comer salteada. Así que me planto delante del puesto y pillo calabacín, espárragos trigueros, ajetes, zanahoria… y ya metida en un bucle verdulero del que no podía salir, me “agencio” también unas remolachas (en Canarias las llamamos beterradas) y me vuelvo para casa más contenta que unas castañuelas, con la satisfacción de haber hecho una compra 10 (ya buscaré algo más que hacer con las remolachas que me sobran).
Eso sí, tengo que decir que como te salgas del clásico “sota, caballo, rey” o lo que en verduras viene a ser “calabacín, zanahoria, tomate, puerro”, comienzan a subir los precios como la espuma… que lástima!
Bueno, que me lío, con toda esa verdura y poco más elaboramos nuestra Menestra de primavera. Con todos los ingredientes de una menestra (verduras de temporada y patatas) pero a nuestro modo y esta vez (sin que sirva de precedente) sin jamón. Deliciosa y agradecida fotográficamente hablando jejejeje.
Menestra de primavera |
Ahí va la receta!
Ingredientes:
2 ajetes tiernos
Un calabacín
Una zanahoria
Una remolacha
Una patata
2 dientes de ajo
Aceite esencial de albahaca
Una nuez de mantequilla
Aceite de oliva
Sal
*Nota: para elaborar el aceite esencial de albahaca necesitamos una buena cantidad de hojas frescas de albahaca y aceite de oliva virgen extra (aproximadamente el doble de albahaca que de aceite). Trituramos con la batidora y conservamos en un tarro de cristal cerrado que deberemos cubrir totalmente con papel de aluminio para que el verde de la albahaca no se oxide. Aguanta muchísimo tiempo en la nevera, incluso meses (la nuestra tiene más de cinco meses y sigue en perfecto estado).
*Nota: las cantidades en los ingredientes son orientativas. Si te gustan más los ajetes que los espárragos pues le pones más de lo primero y si no te gusta la zanahoria pues le pones dos calabacines, etc.
Elaboración:
Para empezar ponemos al fuego una olla con agua y sal. Lavamos las patatas y las cocemos enteras y con piel. Mientras tanto pelamos los ajos, retiramos el germen y los ponemos en un cazo a fuego suave con aceite de oliva (hasta cubrir) y los dejamos que se confiten hasta que estén tiernos.
Ponemos otra olla a fuego fuerte con agua y sal. Pelamos la zanahoria y la cortamos, pelamos la parte de atrás de los espárragos (las puntas las dejamos tal cual), lavamos y cortamos el calabacín. Cuando el agua rompa a hervir vamos cociendo la verdura, teniendo en cuenta los tiempos de cocción de cada una y los gustos de cada uno. Escurrimos la verdura y la pasamos agua con hielo para cortar la cocción y fijar el color.
Cuando las patatas estén hechas les retiramos la piel, troceamos y reservamos. En un recipiente ponemos las patatas, los ajos y un chorrito del aceite en la que confitamos los ajos. Trituramos con la batidora hasta obtener un puré muy fino, más bien con textura de salsa. Si es necesario podemos añadir agua de la cocción de las verduras.
Troceamos los ajetes y pelamos la remolacha y la troceamos. Ponemos una sartén al fuego con un poco del aceite en el que confitamos los ajos. Sofreímos un poco los ajetes y a continuación añadimos la verdura que hemos cocido previamente. Damos unas vueltas, lo justo para que la verdura se caliente y añadimos un chorrito del aceite esencial de albahaca, rectificamos de sal y servimos sin volver a remover.
Por último salteamos la remolacha un par de minutos y se la añadimos al resto de la verdura.
Ponemos la verdura sobre el puré fino de patatas y ajo que nos ayudará a ligar la menestra.
*Nota: el saltear la remolacha a parte lo hacemos para que el resto de la verdura no se tiña con el color de ésta. Si no te importa que todo el plato tenga una bonita tonalidad morada, puedes saltearlo todo junto.
Listo para comer!
Y si te has quedado con ganas de más, aquí tienes nuestra receta de Menestra de verduras y jamón.