Buenas!
Hoy traemos otra receta de pan. Pero este es un pan distinto. Un pan que no sirve para hacer bocatas, ni pintxos, ni tostas, ni tostadas, ni nada de lo que normalmente se hace con un pan. Porque este pan cuando se cocina hay que dejarlo quemado, seco y duro y además para comerlo hay que esperar al menos una semana para que esté aún más seco y duro. Con este panorama puede haber más de uno que diga… pero qué me está contando hoy la familia Tartufo. Pues no hemos inventado nada y es que este pan, el Pan sopako, se ha comido tradicionalmente en el País Vasco desde tiempos ancestrales.
Llegados a este punto nos gustaría contarles un poco de historia de cómo surgió la idea de hacer este pan pero por más que hemos “buceado” no hemos conseguido encontrar nada. Así que el señor Tartufo se ha puesto y ha llegado a la conclusión de que alguien debió meter un pan en el horno y se olvidó de él. Como la cosa estaría malita (más o menos igual que ahora) esa persona se dijo “no tiro el pan ni de coña”. Así que esa persona que era despistada pero no derrochadora escondió el pan unos días para que nadie se diera cuenta de tremendo descuido y, pasado un tiempo prudencial, decidió que si se lo metía a una sopa el caldito iba a coger bastante consistencia y con los fríos que hacen por el norte… pues eso, que no hay mal que por bien no venga!
Pues eso, que este pan se utiliza para engordar y aportar sabor y color a la sopa, tradicionalmente la sopa de ajo de la que ya hablaremos en próximas ediciones.
Por cierto, esta es una adaptación de otra receta más que Dan Lepard escribió para su sección en el diario The Guardian y que además elaboró en The Loaf in a box… Sí, un panadero inglés nos enseña a elaborar un pan tradicionalmente vasco… Viva la globalización!
Pan sopako |
Ahí va la receta!
Ingredientes:
50 gr de espelta
350 ml de agua
10 gr de sal
5 gr de levadura fresca prensada
Elaboración:
En un recipiente amplio vertemos el agua y la levadura y las mezclamos. A continuación agregamos las harinas y la sal y volvemos a mezclar a hasta que todos los ingredientes estén incorporados y amasamos brevemente (10 segundos) acabando en forma de forma de bola. Metemos la masa en el recipiente que debemos haber lavado, secado y untado con aceite y tapamos con nuestro paño de panadero. Repetimos la misma operación (breve amasado – levado) un par de veces más. Dejamos levar durante aproximadamente un par de horas (o hasta que el pan casi haya doblado su volumen).
Transcurrido ese tiempo damos a nuestro pan la forma deseada. En este caso nosotros hemos hecho una especie de rosquilla alargada y un bastón pero también pueden hacerse redondos. Ponemos el pan sobre la bandeja de horno cubierta con papel vegetal y dejamos levar de nuevo aproximadamente una hora más.
Precalentamos el horno a 240º y cocinamos el pan durante 20 minutos. Debemos vaporizar agua para asegurarnos que haya humedad dentro del horno y que nos quede una buena corteza. Transcurrido este tiempo, bajamos la temperatura del horno a 200º y cocinamos durante 25 – 30 minutos más o hasta que esté bien dorado (casi quemado).
Ya está listo nuestro pan!
Recuerda que si lo necesitas puedes echar un vistazo a nuestrosConsejos para hacer pan en casa.
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