Buenas!
Después del espectacular éxito sin precedentes obtenido con nuestro delicioso Roscón de Reyes con Masa Madre hoy traemos otra receta de Roscón de Reyes. No es que queramos hacernos competencia a nosotros mismos, es que sabemos que hay mucha gente que no tiene ganas, paciencia, tiempo o interés para tener su propia Masa Madreen casa y cocinar con ella. Por esa razón, desde el primer momento tuvimos claro que debíamos dar la alternativa a nuestros lectores de realizar un Roscón con levadura que estuviera igual de bueno que el otro. Y, una vez más, misión cumplida.
Roscón de Reyes |
Lo dicho, que entendemos que hay personas que no tienen interés por trabajar con la Masa Madre. Y no pretendemos que esta entrada se convierta en un manifiesto defendiendo las bondades de la misma, que las tiene y sobradas. Pero una vez más debemos advertir que el Roscón de Reyes con Masa Madre (como cualquier otro pan, brioche, ensaimada, bollo o bizcocho que hagamos utilizándola) aguanta mucho mejor el paso del tiempo y continua estando tierno pasados 3 ó 4 días. Y eso es algo que con la levadura no se consigue. Por el contrario, ganas mucho tiempo a la hora de elaborarlo. Si en el primero, hablamos de mínimo 12 horas. Este lo puedes tener tranquilamente en no más de 4 horas.
Así que, disponibles las dos alternativas, ahora les toca a ustedes escoger con cual se quedan. Los dos están muy buenos pero los Tartufo, sin dudarlo, nos quedamos con todo lo que se elabore con Masa Madre, más si cabe si se hace en casa.
Por cierto, este roscón lo hemos dejado sin relleno y casi sin decoración, también por ofrecer otra alternativa. La verdad es que si un roscón está bueno, poco necesita, más que un buen vaso de leche al lado… pero lo bueno que está relleno!
Para darle forma al roscón, y también para ofrecer alternativas, nos hemos inspirado en el sistema que nos enseña Dan Lepard en la receta Pan de Golspie en su libro Hecho a mano. De esta forma, podemos tener porciones de roscón a modo de “roscones individuales” sin necesidad de cortar. Nos ha parecido muy práctico.
Hoy cerramos nuestro recetario navideño. Con mucha lástima porque los tres disfrutamos esta época como enanos pero muy ilusionados porque mañana por la noche los Reyes Magos pasarán por casa (seguro que sí porque nos hemos portado genial) y dejaran algún regalito que otro. Deseando estamos ver la carita del bebé Tartufo cuando llegue al salón y vea sus regalitos. Esperamos que los Reyes Magos no se confundan, por si acaso mañana iremos a la cabalgata a entregarles la carta con lo que pide la peque y que hemos hecho pegando recortes de revistas de las cosas que ella misma eligió. Aún no sabe escribir pero nos las ingeniamos para que los Reyes Magos no se despisten jejejeje.
Y para despedir esta Navidad les dejamos el primer villancico que nuestra hija ha aprendido. Es además el que cantó en la canción del cole. Da gusto verla cantarlo por la casa! Cuando menos te lo esperas, ves que ha cogido la pandereta y que empieza a cantar y bailar… Esto es la Navidad!
Ingredientes:
130 gr de harina de fuerza
70 ml de leche
20 gr de azúcar
10 gr de levadura fresca de panadería
Para el roscón:
450 gr de harina de fuerza
70 gr de mantequilla
60 ml de leche
2 huevos
25 ml de agua de azahar
25 ml de amaretto
10 gr levadura fresca prensada
La ralladura de un limón
Para decorar:
Azúcar glass
Un huevo
Elaboración:
Lavamos el limón a conciencia, lo secamos y rallamos la cáscara muy finita, sin llegar a la parte blanca.
Preparamos la masa de arranque, mezclando todos los ingredientes en un bol y la dejamos reposar, tapado con papel film, entre 30 y 45 minutos. Notaremos que se hincha bastante.
Mientras vamos con la masa del roscón en sí. En un recipiente amplio mezclamos todos los ingredientes (exceptuando la sal y la mantequilla). Tapamos con nuestro paño de panadero y dejamos reposar hasta que la masa de arranque esté lista.
Mezclamos la masa del roscón y la de arranque y añadimos la mantequilla y la sal. Comprobaremos que el resultado es una masa bastante densa y, por tanto, muy fácil de amasa ya que no se pega (ideal para principiantes) . La trabajamos unos minutos en la mesa espolvoreada con harina, hasta que quede lisa y algo elástica. Colocamos la masa en un recipiente amplio y dejamos reposar hasta que haya doblado su volumen.
Pasado este tiempo. Golpeamos levemente la masa para desgasificarla (con las manos untadas con un poco de aceite) y le damos la forma deseada (este seria el momento de meter el haba o lo que nos apetezca en el interior). Nosotros hicimos pequeñas bolas de aproximadamente 100 gr cada una (también se puede dar la forma tradicional que tiene el roscón haciendo un redondel, metiendo el dedo en el centro e ir haciendo el hueco cada vez más grande hasta tener forma de rueda). Encamisamos un molde redondo y colocamos las bolas dejando una separación suficiente entre sí, teniendo en cuenta que van a levar (aproximadamente 3 – 4 cm de separación). Debemos poner un aro o cualquier otro utensilio (apto para el horno) en el medio para que mantenga la forma el agujero. Con estas cantidades nos dará para 2 roscones medianos si los hacemos de esta forma. Tapamos con el paño de panadero y dejamos levar hasta que se queden pegadas entre sí (o hasta que doble su volumen si lo hacemos de la forma tradicional).
Cuando el roscón haya levado, precalentamos el horno a 180º centígrados, con calor arriba y abajo y la bandeja en la posición central. Pintamos la masa con huevo batido y la introducimos en el horno. Cocinamos durante aproximadamente 20 minutos (podemos usar el truco del palillo para comprobar si está listo).
Retiramos del horno y dejamos reposar 5 minutos antes de desmoldar. Una vez desmoldado, dejamos reposar sobre una rejilla hasta que esté completamente frío. Ese será el momento de rellenarlo (si queremos) de los que nos apetezca. Te dejamos algunas ideas:
Decoramos con azúcar glass y listo para comer!