Buenas!
Hoy venimos con la tercera entrega de nuestro recetario navideño. Esta vez con una receta de lo más tradicional, unos polvorones de almendra. Aquí en Canarias son muy típicos estos polvorones, entre los que destacan los de Tejeda.
Tejeda es el municipio gran canario que se encuentra a mayor altitud. Junto con el municipio de Telde (en el que crecí), comparte soberanía sobre las cumbres de la isla. El 98% de la extensión de Tejeda está constituida por espacios protegidos… naturaleza en estado puro. Y en su interior se encuentra uno de los mayores tesoros que nos ha brindado la naturaleza: el Parque Rural del Nublo, el cual constituye una reserva natural.
A 1.949 metros de altura, en invierno, suele hacer bastante frío. Normal que nuestras abuelas se dedicaran a cocinar cosas tan buenas como estos tradicionales polvorones que, hoy en día, se siguen elaborando de manera artesanal.
Mis polvorones, más que emular, pretenden homenajear a aquellos que llevo comiendo cada Navidad, a lo largo de mi vida. Eso sí, tengo que decir (aunque no se si a mi favor) que los hice muy poco convencida, de hecho elaboré muy poca cantidad. Estaba bastante temerosa, cosa que por cierto me suele pasar cada vez que cocino algo por primera vez. Pues voy a ser sincera y, de paso, muy poco modesta, los polvorones me quedaron espectacularmente buenos, mejor que cualquier polvorón industrial que haya probado jamás y tan buenos como los artesanales (de hecho lo son). Eso sí, tienen una pega, son muy frágiles, tan suaves que se rompen con mucha facilidad pero la verdad es que merece la pena.
No son los míticos Polvorones de Tejeda pero mis Polvorones de almendra están muy buenos… Y si quieres comprobarlo, aquí tienes la receta!
Polvorones de almendra |
Ingredientes: 12 - 15 unidades
125 gr de manteca de cerdo
90 gr de azúcar glass
1/2 cucharada de canela en polvo
20 gr de almendras tostadas en cubitos
Una cucharadita de extracto de almendra amarga
Elaboración:
Para empezar tenemos que tostar la harina, para lo que la pondremos en una bandeja de horno, bien extendida para que se tueste toda.
Precalentamos el horno a 170º centígrados, con calor arriba y abajo. Cuando el horno esté caliente, introducimos la bandeja en la posición central durante 6 minutos. Pasado este tiempo. Removemos bien la harina con una espátula y volvemos a meterla en el horno durante 6 minutos más.
Retiramos la harina del horno y dejamos que se enfríe lo suficiente para poder trabajarla.
En un recipiente amplio tamizamos la harina con el azúcar y la canela y removemos. Añadimos la manteca y mezclamos hasta que esta quede integrada. Nosotros usamos la KitchenAid para facilitar la tarea pero este paso también se puede hacer con una cuchara de madera o una espátula.
Por último incorporamos el extracto de almendra y removemos una vez más para que quede bien repartida por toda la masa.
Introducimos la masa en la nevera durante media hora para que se endurezca un poco y poder trabajarla mejor.Pasado este tiempo, enharinamos la mesa de trabajo, nuestras manos y el rodillo. Ponemos la masa en la mesa y la enharinamos un poco también. Aplanamos con el rodillo hasta que tenga aproximadamente 2 centímetros de grosor. Con la ayuda de un cortapastas redondo, vamos sacando los círculos de masa y colocándolos en la bandeja del horno, sobre un papel vegetal, cuidando que tenga un par de centímetros de separación entre sí. Lo recortes que nos sobren los amasamos y repetimos la misma operación.
Introducimos la bandeja en el horno y cocinamos durante 20 minutos con calor arriba y abajo y 5 minutos más, con calor solo arriba para que cojan algo de color. Cuidado con los tiempos, porque como hemos dicho en muchas ocasiones, cada horno es un mundo. Hay que vigilar los polvorones porque desde que adquieran algo de color, hay que retirarlos del horno o nos pueden quedar como galletas (más crujientes).
Retiramos del horno y dejamos reposar en la misma bandeja hasta que estén completamente fríos. Se pueden conservar en un bote hermético de cristal (o una fiambrera) y aguantan perfectamente hasta una semana (quizás duren en buen estado más tiempo pero nos lo comimos antes y no pudimos comprobarlo jejeje).
Que aproveche!