Buenas!
Hoy inauguramos lo que pretendemos que sea un pequeño recetario navideño, con recetas diferentes a lo que solemos comer cada día, en definitiva, para ocasiones especiales. A partir de hoy, cada viernes, y hasta que terminen la Navidad pondremos una serie de platos de fiesta con la intención de darles ideas de cara a estos días en los que nos reunimos con la familia y amigos en torno a una mesa.
Hace tiempo que probamos esos pastelitos franceses de colores tan llamativos y que tan de moda están: los macarons. Desde que los probamos, quisimos hacerlos en casa pero al buscar recetas empezamos a leer que era super complicado, que había que tamizar el harina tres veces, que el exceso de humedad o calor hacia que se reventaran o no les saliera el pie, en fin… infinidad de desdichas que les habían ocurrido a quienes los habían hecho.
Así que nos dio algo de miedo y decidimos esperar a ver si nos hacíamos con la KitchenAid y que ella nos facilitara algo la tarea, a ver si así teníamos suerte y no saltaban todas las alarmas.
Pues bien, nada más tener la KA en casa nos pusimos manos a la otra con los macarons. Eso sí, como estábamos advertidos de su dificultad, decidimos no sacar fotos, no escribir entrada para el blog, no teñirlos para no desperdiciar tinte,… convencidos de que la primera prueba no nos iba a salir del todo bien.
Pues digamos que no salió del todo mal. Algunos reventaron, otros quedaron perfectos. Detectamos el error enseguida. Nos habíamos excedido en el tiempo de reposo y se nos habían secado más de la cuenta y por eso algunos reventaron. No había salido del todo mal el primer experimento.
Decidimos probar de nuevo con los dichosos macarons. De nuevo sin fotos, sin entrada pero con tinte (más por curiosidad que por otra cosa). Esta vez fuimos más prudentes vigilándolos mientras reposaban para que no se secaran demasiado otra vez. Y además tuvimos la precaución de cocinarlos a temperatura más baja y durante algo más de tiempo. Resultado: macaron perfecto!
Así que con la misma nos decidimos a explicarles como hacemos los macarons y lo bien que nos han quedado. Aprovechando que ya está aquí la navidad, les hemos hecho un relleno muy especial, de turrón, con los que nos han quedado unos macarons de lo más navideño.
Macarons de turrón |
Esperamos que les gusten!
Ingredientes:
50 ml de claras de huevo pasteurizadas
70 gr de almendra en polvo
125 gr de azúcar glas
1/2 cucharada de canela en polvo
1/2 cucharada de azúcar avainillado
2 gotas de colorante en gel de color naranja
Para el relleno:
150 gr de turrón (del blando)
200 ml de nata para montar
50 gr de leche
25 gr de azúcar
3 hojas de gelatina neutra
1 huevo
Un chorrito de amaretto
Elaboración:
Empezaremos preparando la masa para los macarons. Para ello tamizamos la almendra junto con el azúcar glass, debemos tamizarla dos veces para asegurarnos de que no quede ni un grumo. Reservamos.
Montamos las claras a punto de nieve, deben quedar muy firmes. Cuando estén listas se le añade el azúcar avainillado y la canela y removemos despacio para que no se bajen.
A continuación vamos añadiendo la mezcla de harina y azúcar a las claras, primero una mitad y, cuando esté completamente incorporada, añadimos el resto. Hay que mover muy despacio para procurar que las claras no se bajen demasiado.Por último añadimos el colorante y removemos de nuevo.
Introducimos la masa en una manga pastelera con boquilla redonda.
Vamos poniendo botones de masa sobre la bandeja del horno cubierta con papel vegetal. Nosotros hicimos una plantilla con circulitos de aproximadamente 3 centímetros de diámetro (dibujando el contorno de un tapón) para poder guiarnos, poniendo el papel vegetal (que se transparenta) sobre la plantilla.
Dejamos reposar aproximadamente una hora, aunque el tiempo va a depender del calor o la humedad de nuestra cocina. Podemos comprobar si están listos para ser horneados, tocándolos muy despacio con la punta de los dedos. Cuando la masa no se quede pegada al dedo podremos meterlos en el horno.
Debemos de tener la precaución de tener el horno precalentado a 130º centígrados con calor arriba y abajo y la bandeja en la posición central para cuando haya que meter los pastelitos en el horno.
Mientras reposan los macarons nos ponemos con el relleno. Para ello antes que nada remojamos la gelatina en agua fría para que se hidrate y separamos la clara de la yema.
Desmenuzamos el turrón y lo ponemos en un cazo junto con el azúcar y la leche. Lo ponemos a fuego medio y vamos removiendo hasta obtener una crema. Apartamos el cazo del fuego y añadimos la yema inmediatamente, removiendo sin parar para que el huevo no llegue a cuajar. Seguidamente añadimos la gelatina escurrida y removemos bien.
Montamos la nata que debe estar muy fría o no se montará. No hace falta que quede cuajada del todo, con que coja algo de cuerpo será suficiente. Montamos también la clara.
Mezclamos la nata con la clara montada y le añadimos la crema de turrón, que ya debe estar templada, poco a poco y con movimientos envolventes.
Ponemos la crema en un recipiente, la tapamos y la dejamos reposar en la nevera hasta que vayamos a usarla.
Introducimos los marcarons en el horno y cocinamos a 130º centígrados durante aproximadamente 12 - 14 minutos. Debemos vigilarlos porque cada horno es un mundo y el tiempo de cocción va a depender de muchos factores, de hecho nosotros no nos separamos del horno ni un momento durante la cocción.
Cuando les haya salido la base (o pie) y la parte superior tenga un aspecto liso y uniforme, los retiramos del horno y los dejamos reposar en la bandeja hasta que estén completamente fríos.
Una vez estén fríos los pastelitos empezamos con el montaje.
Introducimos el relleno en una manga pastelera (podemos usar la misma boquilla de antes) y quitamos los macarons de la bandeja con la ayuda de una espátula.
Ponemos un poco de relleno sobre la mitad de los macarons y cubrimos con la otra mitad. No debemos poner demasiado relleno o al morder se saldrá por todas partes.
Ya están listos para comer pero están más buenos al día siguiente, ya que habrán obtenido una textura algo más firme. Se conservan un par de días en la nevera sin problemas.
Feliz comienzo de la navidad!