Buenas!
Hoy les queremos enseñar un aperitivo que hemos creado unos días atrás y que nos gustó muchísimo. Tanto, que no quisimos dejar pasar la nochebuena sin enseñárselo, no sea que alguien quiera aprovechar la idea para sorprender a la familia con una tapa de lujo, por lo elaborada y por el resultado pero no por el precio, porque está hecha con ingredientes sencillos y económicos.
Como verán a continuación, en esta receta jugamos mucho con distintos sabores: especias, condimentos e incluso alguna bebida espirituosa. Si hay algún ingrediente que no les guste, que no tengan a mano o que no encuentren, no pasa nada, pueden suprimirlo o cambiarlo por otro sin problema. La idea es obtener salsas, aliños y adobos sabrosos y que den vida a elementos tan sencillos como el pavo y la papa.
Queremos aprovechar la ocasión para desearles a todos y todas una muy Feliz Navidad. Que esta noche Papá Noel venga cargado de lo que más necesitamos: salud, ilusión, amor,... Durante todo el año hemos intentando mostrarles como no es necesario gastar mucho dinero para comer de maravilla y que los mejores ingredientes que podemos añadir a nuestra comida son la ilusión y el amor con el que cocinamos para los nuestros. Así que coman muy bien, beban lo justo y, sobre todo, por favor, sean muy muy felices.
Ahí va la receta!
Ingredientes:
100 gr de sollomillo de pavo
100 gr mantequilla
4 langostinos
2 dientes de ajo
Una yema de huevo
Un chorrito de vinagre de manzana
Una cucharadita de mostaza antigua
Una cayena
Una cucharada de jengibre
2 cucharadas de martini blanco
2 cucharadas de aceite de sésamo
2 cucharaditas de azúcar
2 cucharaditas de pimentón de la vera dulce
1/2 cucharadita de orégano
1/2 cucharadita comino
Una ramita de cilantro
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Elaboración:
La carne y los langostinos
Cortamos la carne en dados regulares. Pelamos los langostinos y guardamos las cabezas para después usarlos en la elaboración de nuestra salsa holandesa. Disponemos tanto carne como langostinos en un bol. Añadimos al bol los ajos pelados y machacados, el orégano, el aceite de sésamo, salpimentamos e invitamos al conjunto a una copita de Martini. Removemos todo bien y dejamos reposar / macerar. Reservamos en la nevera bien tapado.
El chutney
Vamos con el chutney de tomate. En un cazo ponemos el aceite, sobre él ponemos el comino, la mostaza antigua, el jengibre y la cayena. Calentamos el conjunto a fuego suave, iremos despertando los aromas de nuestras especias, después de un par de minutos añadimos el pimentón, daremos un par de vueltas fuera del fuego, para que este no se nos queme y entonces añadiremos el toamte picado en dados pequeños, removemos todo y ponemos al fuego de nuevo, le daremos candela hasta que roma a hervir, cuando empiece a hervir añadimos el azúcar y pondremos nuestra elaboración a hervir al menos 15 o 20 minutos, con el fin de conseruir una especie de mermelada, durante estos minutos debemos remover de ven en cuando para que la elaboración no se nos peque. Cuando esté lista nuestra elaboración picamos finamente el cilantro fresco y se lo añadimos a nuestro chutney, removemos y reservamos.
La patata sorpresa
Ahora iremos a por las patatas. Pelamos y cortamos la patata en un dado de aproximadamente 3 cms de alto y 2 de ancho, más o menos (tampoco hace falta que andemos con la regla). Dispondremos un cazo con abundante cantidad de aceite y pondremos las patatas dentro a confitar, o lo que es lo mismo, un borboteo constante pero a una temperatura muy baja. Cuando las patatas estén tiernas (podemos saberlo metiendo un palillo o puntilla dentro y si entra con facilidad las tenemos). Sacaremos las patatas a un papel secante y dejamos que se enfríen un poco. Cuando las podamos manipular sin quemarnos, con un descorazonador de manzanas, sacaremos el cilindro interior con cuidado para no romperla, el cilindro que hemos extraído lo reservaremos para hacer con él una tapita. Rellenamos el interior de nuestro chutney de tomate con la ayuda de un biberón o bien una cucharita pequeña, con cuidado de no manchar la patata de chutney. Ponemos una pequeñita tapa de patata. Reservamos.
La diyonesa
Cascamos el huevo en un recipiente alto en el que después podamos meter una batidora eléctrica, o en un bol si lo vamos a hacer a mano. Echamos el zumo de media lima, muy poca cosa, un poco de mostaza, sal y la pimienta. Emulsionamos con aceite hasta conseguir una textura de salsa, que no esté muy espesa, el punto justo para poder napar (cubrir y que quede adherido a nuestro producto) el pavo y el langostino. Reservamos en frío.
La holandesa de gambas
En un cazo pondremos a derretir la mantequilla con las cabezas de las gambas. Con la ayuda de una cuchara aplastamos las cabezas para sacar bien el jugo interior de éstas. Retiramos las cabezas y dejamos reposar la mantequilla. En un bol ponemos la yema de huevo, el chorrito de vinagre, un poco de sal y de pimienta y con la ayuda de una varilla vamos echando un fino hilo de nuestra mantequilla de gambas sobre el bol, sin dejar de remover, hasta conseguir nuestra holandesa, debe de quedar con una textura parecida a la de una mayonesa hecha en casa. Reservamos en algún lugar templado.
Montaje final del plato
Calentamos el horno a 220º C y ponemos una sartén al fuego (fuego moderado). Cuando el horno esté caliente, pondremos nuestras patatas bravas en un recipiente apto para horno y le daremos un golpe de horno con el fin de que queden bien crujientes. Mientras tanto iremos haciendo nuestro pavo - langostino. Lo hacemos a nuestro gusto, marcando todas las caras de nuestro pavo y lo mismo con el langostino, con especial cuidado para que quede jugoso.
Añadimos un poco de holandesa de gambas sobre la patata brava y con un soplete de cocina gratinamos un poco hasta conseguir un bonito color dorado, lo mínimo (también podríamos introducir el plato un par de minutos a gratinar en el horno o el micro con gratinador). Con la ayuda de una espátula disponemos la patata brava sorpresa sobre el plato final. ahora pondremos el dado y langostino encima de éste y salsearemos a nuestro gusto con la diyonesa.
Listo para comer! Dos bocados: primero la patata brava con su sorpresa interior y después el pavo, o el pavo primero... Qué más da!
Hoy les queremos enseñar un aperitivo que hemos creado unos días atrás y que nos gustó muchísimo. Tanto, que no quisimos dejar pasar la nochebuena sin enseñárselo, no sea que alguien quiera aprovechar la idea para sorprender a la familia con una tapa de lujo, por lo elaborada y por el resultado pero no por el precio, porque está hecha con ingredientes sencillos y económicos.
Como verán a continuación, en esta receta jugamos mucho con distintos sabores: especias, condimentos e incluso alguna bebida espirituosa. Si hay algún ingrediente que no les guste, que no tengan a mano o que no encuentren, no pasa nada, pueden suprimirlo o cambiarlo por otro sin problema. La idea es obtener salsas, aliños y adobos sabrosos y que den vida a elementos tan sencillos como el pavo y la papa.
Queremos aprovechar la ocasión para desearles a todos y todas una muy Feliz Navidad. Que esta noche Papá Noel venga cargado de lo que más necesitamos: salud, ilusión, amor,... Durante todo el año hemos intentando mostrarles como no es necesario gastar mucho dinero para comer de maravilla y que los mejores ingredientes que podemos añadir a nuestra comida son la ilusión y el amor con el que cocinamos para los nuestros. Así que coman muy bien, beban lo justo y, sobre todo, por favor, sean muy muy felices.
Ahí va la receta!
Ingredientes:
100 gr de sollomillo de pavo
100 gr mantequilla
4 langostinos
2 dientes de ajo
Una yema de huevo
Un chorrito de vinagre de manzana
Una cucharadita de mostaza antigua
Una cayena
Una cucharada de jengibre
2 cucharadas de martini blanco
2 cucharadas de aceite de sésamo
2 cucharaditas de azúcar
2 cucharaditas de pimentón de la vera dulce
1/2 cucharadita de orégano
1/2 cucharadita comino
Una ramita de cilantro
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra
Elaboración:
La carne y los langostinos
Cortamos la carne en dados regulares. Pelamos los langostinos y guardamos las cabezas para después usarlos en la elaboración de nuestra salsa holandesa. Disponemos tanto carne como langostinos en un bol. Añadimos al bol los ajos pelados y machacados, el orégano, el aceite de sésamo, salpimentamos e invitamos al conjunto a una copita de Martini. Removemos todo bien y dejamos reposar / macerar. Reservamos en la nevera bien tapado.
El chutney
Vamos con el chutney de tomate. En un cazo ponemos el aceite, sobre él ponemos el comino, la mostaza antigua, el jengibre y la cayena. Calentamos el conjunto a fuego suave, iremos despertando los aromas de nuestras especias, después de un par de minutos añadimos el pimentón, daremos un par de vueltas fuera del fuego, para que este no se nos queme y entonces añadiremos el toamte picado en dados pequeños, removemos todo y ponemos al fuego de nuevo, le daremos candela hasta que roma a hervir, cuando empiece a hervir añadimos el azúcar y pondremos nuestra elaboración a hervir al menos 15 o 20 minutos, con el fin de conseruir una especie de mermelada, durante estos minutos debemos remover de ven en cuando para que la elaboración no se nos peque. Cuando esté lista nuestra elaboración picamos finamente el cilantro fresco y se lo añadimos a nuestro chutney, removemos y reservamos.
La patata sorpresa
Ahora iremos a por las patatas. Pelamos y cortamos la patata en un dado de aproximadamente 3 cms de alto y 2 de ancho, más o menos (tampoco hace falta que andemos con la regla). Dispondremos un cazo con abundante cantidad de aceite y pondremos las patatas dentro a confitar, o lo que es lo mismo, un borboteo constante pero a una temperatura muy baja. Cuando las patatas estén tiernas (podemos saberlo metiendo un palillo o puntilla dentro y si entra con facilidad las tenemos). Sacaremos las patatas a un papel secante y dejamos que se enfríen un poco. Cuando las podamos manipular sin quemarnos, con un descorazonador de manzanas, sacaremos el cilindro interior con cuidado para no romperla, el cilindro que hemos extraído lo reservaremos para hacer con él una tapita. Rellenamos el interior de nuestro chutney de tomate con la ayuda de un biberón o bien una cucharita pequeña, con cuidado de no manchar la patata de chutney. Ponemos una pequeñita tapa de patata. Reservamos.
La diyonesa
Cascamos el huevo en un recipiente alto en el que después podamos meter una batidora eléctrica, o en un bol si lo vamos a hacer a mano. Echamos el zumo de media lima, muy poca cosa, un poco de mostaza, sal y la pimienta. Emulsionamos con aceite hasta conseguir una textura de salsa, que no esté muy espesa, el punto justo para poder napar (cubrir y que quede adherido a nuestro producto) el pavo y el langostino. Reservamos en frío.
La holandesa de gambas
En un cazo pondremos a derretir la mantequilla con las cabezas de las gambas. Con la ayuda de una cuchara aplastamos las cabezas para sacar bien el jugo interior de éstas. Retiramos las cabezas y dejamos reposar la mantequilla. En un bol ponemos la yema de huevo, el chorrito de vinagre, un poco de sal y de pimienta y con la ayuda de una varilla vamos echando un fino hilo de nuestra mantequilla de gambas sobre el bol, sin dejar de remover, hasta conseguir nuestra holandesa, debe de quedar con una textura parecida a la de una mayonesa hecha en casa. Reservamos en algún lugar templado.
Montaje final del plato
Calentamos el horno a 220º C y ponemos una sartén al fuego (fuego moderado). Cuando el horno esté caliente, pondremos nuestras patatas bravas en un recipiente apto para horno y le daremos un golpe de horno con el fin de que queden bien crujientes. Mientras tanto iremos haciendo nuestro pavo - langostino. Lo hacemos a nuestro gusto, marcando todas las caras de nuestro pavo y lo mismo con el langostino, con especial cuidado para que quede jugoso.
Añadimos un poco de holandesa de gambas sobre la patata brava y con un soplete de cocina gratinamos un poco hasta conseguir un bonito color dorado, lo mínimo (también podríamos introducir el plato un par de minutos a gratinar en el horno o el micro con gratinador). Con la ayuda de una espátula disponemos la patata brava sorpresa sobre el plato final. ahora pondremos el dado y langostino encima de éste y salsearemos a nuestro gusto con la diyonesa.
Listo para comer! Dos bocados: primero la patata brava con su sorpresa interior y después el pavo, o el pavo primero... Qué más da!