Buenas!
Hace tiempo que tenemos pendiente alguna receta de pan pero es que últimamente hemos estado experimentando con nuevas técnicas y diferentes harinas y no nos apetece demasiado repetir receta. Pero lo prometido es deuda y en breve les traeremos la receta que utilizamos para el pan de nuestro Bocata de calamares.
Como decimos estamos probando nuevas formas de hacer pan o que al menos son nuevas para nosotros. Hoy queremos explicarles una técnica que hemos aprendido del amigo Iban Yarza, como tantas otras. Por cierto, aprovechamos para mostrar nuestra indignación por lo muchísimo que tardan en llegar los libros a Canarias. Ya va para un mes que salió el libro de Iban a la venta y aquí todavía nada y no será por preguntar y preguntar, que la chica de los libros ya sabe lo que le voy a preguntar nada más verme. Y claro, después pasa lo que pasa... Que todo el mundo se ha leído y re-leído el libro, lo ha dejado olvidado en la estantería y lo ha vuelto a rescatar y quitar el polvo... Y el nuestro todavía el nuestro olerá a nuevo... ¡Me indigno!
A lo que vamos. Que esta forma de hacer pan de la que les hablamos es de lo más cómoda ya que permite llevar a cabo el pan en dos días. Es decir, le dedicamos un ratito hoy y otro ratito mañana. Ideal para los que tengan poco tiempo o para quienes les de pereza... O para curioso sin remedio, como nosotros.
Ya sabemos que lo hemos dicho otras veces pero no nos importa repetirnos. Hacer pan no es tan complicado como parece, solo es cuestión de organizarse. Igual que cuando quieres hacer unos garbanzos y tienes que ponerlos en remojo de un día para el otro. Con este pan sucede igual: amasamos unos segundos, metemos la masa en la nevera "e voila" al día siguiente se va directo al horno. Seguramente no sea el pan más bonito que has visto en tu vida pero sí sabrás que los has hecho tú (y eso es de lo más reconfortante), que tendrá un sabor sin parangón y que es todo natural.
El día que cojas el ritmo al pan y lo domines (en vez de ser la masa la que te domine a ti) disfrutarás como un enano / enana, lo harás "con la gorra" y, lo mejor de todo, no tardarás más que 5 minutos en pesar, amasar y meterlo al horno. Si sigues nuestros consejos verás que con el tiempo nos darás la razón.
Mikel es cocinero profesional y disfruta cocinando de todo en casa pero como hacer pan... No hay nada con lo que se sienta más realizado dentro de la cocina. Así que dale caña y anímate. ¡Verás la diferencia!
Esta manera de hacer pan que hoy les explicamos nos da un pan cuya fermentación ha sido extremadamente lenta. Al meter la masa (que lleva Masa madre) en la nevera, la baja temperatura hace que las bacterias trabajen muy muy despacio. Con esto conseguimos un pan con mucho aroma y sabor.
Nosotros hemos usado esta misma técnica de mil formas posibles, obteniendo así un sin fin de panes distintos. Desde un pan de molde hasta una hogaza, desde pan blanco hasta panes multi-cereales.
Ahí va!
Ingredientes:
300 gr de harina de fuerza
200 gr de harina común (o integral o de centeno o la que te apetezca). Nosotros vamos cambiando o combinando.
300 gr de Masa madre
300 ml de agua
9 gr de sal
Elaboración:
Para empezar mezclamos en un bol las harinas y la sal para que ésta quede bien integrada. En otro recipiente mezclamos el agua y la masa madre. Por último mezclamos todos los ingredientes hasta que quede una masa homogénea. Untamos un bol con un poquito de aceite de oliva y metemos la masa dentro, tapamos bien con nuestro trapo de panadero (que debemos humedecer previamente) procurando que no le entre aire (para eso metemos las puntas del trapo por debajo del bol) y lo metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Pasadas 24 horas sacamos el bol de la nevera. Untamos la mesa de trabajo con un poco de aceite y ponemos la masa sobre ella. Y le das la forma que te apetezca (una hogaza o un batard) o lo metes en el molde si quieres obtener un pan de molde (valga la redundancia).
Ahora puedes meterlo directamente al horno o dejarlo reposar un rato antes de hornearlo. Esa es la magia de esta forma de hacer pan que puedes hacer lo que te apetezca o mejor te convenga. Nosotros lo hemos hecho de todas las formas posibles: desde hornearlo recién sacado de la nevera hasta sacarlo de la nevera, irnos a llevar a la peque al cole y al super a hacer la compra y hornearlo a la vuelta (unas dos horas y media de reposo). De cualquier forma te va a quedar un panazo, te lo aseguramos.
Precalienta el horno a todo lo que dé de si (el nuestro a 250º C) y mete también un recipiente (apto para el horno) con agua y colócalo en el suelo de éste (el vapor del agua ayudará a que el pan se expanda). Una vez esté el horno caliente introduce la hogaza. Pasados 15 minutos retira el recipiente con agua, baja la temperatura a 220º C y cocínalo durante aproximadamente media hora más (o hasta que esté dorado a tu gusto). Retíralo del horno y déjalo reposar sobre una rejilla.
Si has utilizado un molde, debes retirarlo del molde y luego dejarlo reposar sobre una rejilla igual. Y si has decidido cocinarlo en una cocote (recuerda que la cocote también hay que pre-calentarla dentro del horno y luego meter el pan dentro) debes sacarlo de ella y dejarlo reposar de la misma forma. Si utilizas la cocote no es necesario que pongas agua en el horno ya que dentro de ésta se formará vapor (los primeros 15 minutos debe estar tapada y el resto de la cocción se realiza sin tapar).
Ya ves que esta receta es muy versátil y permite "jugar" con el pan según nos parezca o nos convenga.
¿Te animas?
Hace tiempo que tenemos pendiente alguna receta de pan pero es que últimamente hemos estado experimentando con nuevas técnicas y diferentes harinas y no nos apetece demasiado repetir receta. Pero lo prometido es deuda y en breve les traeremos la receta que utilizamos para el pan de nuestro Bocata de calamares.
Como decimos estamos probando nuevas formas de hacer pan o que al menos son nuevas para nosotros. Hoy queremos explicarles una técnica que hemos aprendido del amigo Iban Yarza, como tantas otras. Por cierto, aprovechamos para mostrar nuestra indignación por lo muchísimo que tardan en llegar los libros a Canarias. Ya va para un mes que salió el libro de Iban a la venta y aquí todavía nada y no será por preguntar y preguntar, que la chica de los libros ya sabe lo que le voy a preguntar nada más verme. Y claro, después pasa lo que pasa... Que todo el mundo se ha leído y re-leído el libro, lo ha dejado olvidado en la estantería y lo ha vuelto a rescatar y quitar el polvo... Y el nuestro todavía el nuestro olerá a nuevo... ¡Me indigno!
A lo que vamos. Que esta forma de hacer pan de la que les hablamos es de lo más cómoda ya que permite llevar a cabo el pan en dos días. Es decir, le dedicamos un ratito hoy y otro ratito mañana. Ideal para los que tengan poco tiempo o para quienes les de pereza... O para curioso sin remedio, como nosotros.
Ya sabemos que lo hemos dicho otras veces pero no nos importa repetirnos. Hacer pan no es tan complicado como parece, solo es cuestión de organizarse. Igual que cuando quieres hacer unos garbanzos y tienes que ponerlos en remojo de un día para el otro. Con este pan sucede igual: amasamos unos segundos, metemos la masa en la nevera "e voila" al día siguiente se va directo al horno. Seguramente no sea el pan más bonito que has visto en tu vida pero sí sabrás que los has hecho tú (y eso es de lo más reconfortante), que tendrá un sabor sin parangón y que es todo natural.
El día que cojas el ritmo al pan y lo domines (en vez de ser la masa la que te domine a ti) disfrutarás como un enano / enana, lo harás "con la gorra" y, lo mejor de todo, no tardarás más que 5 minutos en pesar, amasar y meterlo al horno. Si sigues nuestros consejos verás que con el tiempo nos darás la razón.
Mikel es cocinero profesional y disfruta cocinando de todo en casa pero como hacer pan... No hay nada con lo que se sienta más realizado dentro de la cocina. Así que dale caña y anímate. ¡Verás la diferencia!
Esta manera de hacer pan que hoy les explicamos nos da un pan cuya fermentación ha sido extremadamente lenta. Al meter la masa (que lleva Masa madre) en la nevera, la baja temperatura hace que las bacterias trabajen muy muy despacio. Con esto conseguimos un pan con mucho aroma y sabor.
Nosotros hemos usado esta misma técnica de mil formas posibles, obteniendo así un sin fin de panes distintos. Desde un pan de molde hasta una hogaza, desde pan blanco hasta panes multi-cereales.
Panaco!! |
Ahí va!
Ingredientes:
300 gr de harina de fuerza
200 gr de harina común (o integral o de centeno o la que te apetezca). Nosotros vamos cambiando o combinando.
300 gr de Masa madre
300 ml de agua
9 gr de sal
Elaboración:
Para empezar mezclamos en un bol las harinas y la sal para que ésta quede bien integrada. En otro recipiente mezclamos el agua y la masa madre. Por último mezclamos todos los ingredientes hasta que quede una masa homogénea. Untamos un bol con un poquito de aceite de oliva y metemos la masa dentro, tapamos bien con nuestro trapo de panadero (que debemos humedecer previamente) procurando que no le entre aire (para eso metemos las puntas del trapo por debajo del bol) y lo metemos en la nevera hasta el día siguiente.
Pasadas 24 horas sacamos el bol de la nevera. Untamos la mesa de trabajo con un poco de aceite y ponemos la masa sobre ella. Y le das la forma que te apetezca (una hogaza o un batard) o lo metes en el molde si quieres obtener un pan de molde (valga la redundancia).
Ahora puedes meterlo directamente al horno o dejarlo reposar un rato antes de hornearlo. Esa es la magia de esta forma de hacer pan que puedes hacer lo que te apetezca o mejor te convenga. Nosotros lo hemos hecho de todas las formas posibles: desde hornearlo recién sacado de la nevera hasta sacarlo de la nevera, irnos a llevar a la peque al cole y al super a hacer la compra y hornearlo a la vuelta (unas dos horas y media de reposo). De cualquier forma te va a quedar un panazo, te lo aseguramos.
Precalienta el horno a todo lo que dé de si (el nuestro a 250º C) y mete también un recipiente (apto para el horno) con agua y colócalo en el suelo de éste (el vapor del agua ayudará a que el pan se expanda). Una vez esté el horno caliente introduce la hogaza. Pasados 15 minutos retira el recipiente con agua, baja la temperatura a 220º C y cocínalo durante aproximadamente media hora más (o hasta que esté dorado a tu gusto). Retíralo del horno y déjalo reposar sobre una rejilla.
Si has utilizado un molde, debes retirarlo del molde y luego dejarlo reposar sobre una rejilla igual. Y si has decidido cocinarlo en una cocote (recuerda que la cocote también hay que pre-calentarla dentro del horno y luego meter el pan dentro) debes sacarlo de ella y dejarlo reposar de la misma forma. Si utilizas la cocote no es necesario que pongas agua en el horno ya que dentro de ésta se formará vapor (los primeros 15 minutos debe estar tapada y el resto de la cocción se realiza sin tapar).
Ya ves que esta receta es muy versátil y permite "jugar" con el pan según nos parezca o nos convenga.
Un molde y una hogaza (con una misma masa) |
¿Te animas?