Buenas!
Hoy traemos una receta muy pero que muy sencilla pero que puede tener cierto transfondo, un simple sandwich club... O quizás no tenga porque ser tan simple. Nuestra receta, como casi siempre, viene acompañada por una reflexión acerca de la gastronomía en la islas que esperamos que les parezca interesante.
Por aquí, por las Canarias abundan ciertos lugares de comida rápida a los que nosotros llamamos "piscolabis". Según diversos diccionarios de lengua española, la palabra piscolabis se define como:
Pero a los Tartufo nos gusta darle una vuelta de hoja a las cosas y eso nos hace plantearnos y replantearnos todo. ¿Y si esos piscolabis que tanto abundan no sirvieran comida basura? ¿Si en vez de utilizar pan precocinado hicieran sus bocatas con pan de verdad? ¿Y si incluso elaboraran su propio pan? ¿Y sin en vez de papas congeladas se pusieran a pelar papas? ¿Y si en vez de los bocatas de siempre fueran un poco más allá?
Probablemente el precio de su "carta" subiría considerablemente pero también posiblemente se abrirían a un publico más adulto, con otros gustos y conocimientos culinarios y, probablemente, con mayor poder adquisitivo... O quizás no.
Pues la verdad es que pensamos que no. La cuestión es que por las islas estamos muy acostumbrados a comer regular por un precio más que económico y bien por un muy buen precio. Y con eso estamos más que conformes. ¿Y para qué más?
El cubierto en un muy buen restaurante de la ciudad de Las Palmas ronda los 40 euros. Un precio que puede parecer más que razonable para quien nos lea desde la península. No tanto para los canarios, quienes mayoritariamente consideran que por ese dinero pueden comer tranquilamente 4 o incluso 6 personas.
¿Concluimos entonces que los isleños dan más importancia al precio que a la calidad de lo que consumen? Tampoco es eso. Lo que ocurre es que por aquí estamos muy acostumbrados a la comida sencilla, en casi todos los locales encontramos más o menos lo mismo, lo que gusta y lo que el dueño del local sabe que triunfa en las islas: comida sencilla y económica. Sota, caballo, rey.
Quizás a los canarios nos cuesta un poco comprender que no hay nada mejor en lo que gastarse el dinero que en comer. Que hay que abrir la mente, probar cosas nuevas, visitar nuevos locales y que si eso significa paga un poco más... Una vez al año no hace daño, al contrario.
Esperamos que nadie se ofenda y no ser mal interpretados. La comida sencilla de las islas es maravillosa (para mi la mejor) y disfrutamos muchísimo de ella. Pero creemos que el campo gastronómico de las islas necesita mirar hacia fuera y ver lo que está pasando en el mundo, la revolución que lleva varios años sucediendo, y preguntarse porque nuestra gastronomía no se "vende" tan bien como otras.
Y reivindicando que existen los buenos piscolabis y que podemos conseguir que un sandwich pase de ser comida basura a convertirse en un gran plato, hoy les traemos nuestra versión del clásico americano Sandwich Club pero hecho con "pan de verdad" elaborado por nosotros mismos y con
productos frescos.
El sandwich club se cree que es originario de New York, donde comenzó a elaborarse en el Saratoga Springs Club-House a finales del siglo XIX. Existen muchas variantes de este emparedado hoy en día mundialmente conocido y cuenta con diversas versiones según el país donde se consuma, pero la original y más extendida es un sandwich triple con pavo, queso, panceta, tomate, lechuga y mayonesa; además por lo general va acompañado de una ración de papas fritas.
¿Apetece?
Ingredientes:
3 rebanadas de pan de molde
2 lonchas de pechuga de pavo braseada
4 lonchas de bacón ahumado
2 lonchas de queso gouda
3 hojas de lechuga batavia
1 tomate
Una cucharada de mayonesa
Una cucharada de mostaza
Elaboración:
Para empezar lavamos y cortamos la lechuga en pedazos grandes y el tomate en rodajas finas.
A constinuación tostamos el pan por ambas caras para darle la consistencia necesaria para que "aguante" todo lo que le vamos a poner a este sandwich. Mientra tanto vamos cocinando el bacón en una sartén o plancha hasta que quede bien crujiente.
Vamos con el montaje del sandwich. Cuando tengamos el pan listo ponemos un poco de mostaza sobre una de las rebanadas y sobre ésta el pavo, el queso y por último la lechuga. Cubrimos con otra de las rebanadas que previamente abremos untado con mayonesa por la cara inferior y mostaza en la superior. Sobre la segunda rebanada ponemos el tomate y el bacon y cubrimos con la última rebanada untada con mayonesa.
¡Listo para comer!
Hoy traemos una receta muy pero que muy sencilla pero que puede tener cierto transfondo, un simple sandwich club... O quizás no tenga porque ser tan simple. Nuestra receta, como casi siempre, viene acompañada por una reflexión acerca de la gastronomía en la islas que esperamos que les parezca interesante.
Ya le dariamos ahora otro bocado... |
Por aquí, por las Canarias abundan ciertos lugares de comida rápida a los que nosotros llamamos "piscolabis". Según diversos diccionarios de lengua española, la palabra piscolabis se define como:
- Refrigerio que se toma fuera de las comidas principales. Tentempié.
- Comida ligera que se toma entre horas y que suele consistir en un bocadillo, pincho o tapa.
- Ligera refacción (alimento que se ingiere para reparar fuerzas) que se toma, no tanto por necesidad como por ocasión o por regalo.
Pero a los Tartufo nos gusta darle una vuelta de hoja a las cosas y eso nos hace plantearnos y replantearnos todo. ¿Y si esos piscolabis que tanto abundan no sirvieran comida basura? ¿Si en vez de utilizar pan precocinado hicieran sus bocatas con pan de verdad? ¿Y si incluso elaboraran su propio pan? ¿Y sin en vez de papas congeladas se pusieran a pelar papas? ¿Y si en vez de los bocatas de siempre fueran un poco más allá?
Probablemente el precio de su "carta" subiría considerablemente pero también posiblemente se abrirían a un publico más adulto, con otros gustos y conocimientos culinarios y, probablemente, con mayor poder adquisitivo... O quizás no.
Pues la verdad es que pensamos que no. La cuestión es que por las islas estamos muy acostumbrados a comer regular por un precio más que económico y bien por un muy buen precio. Y con eso estamos más que conformes. ¿Y para qué más?
El cubierto en un muy buen restaurante de la ciudad de Las Palmas ronda los 40 euros. Un precio que puede parecer más que razonable para quien nos lea desde la península. No tanto para los canarios, quienes mayoritariamente consideran que por ese dinero pueden comer tranquilamente 4 o incluso 6 personas.
¿Concluimos entonces que los isleños dan más importancia al precio que a la calidad de lo que consumen? Tampoco es eso. Lo que ocurre es que por aquí estamos muy acostumbrados a la comida sencilla, en casi todos los locales encontramos más o menos lo mismo, lo que gusta y lo que el dueño del local sabe que triunfa en las islas: comida sencilla y económica. Sota, caballo, rey.
Quizás a los canarios nos cuesta un poco comprender que no hay nada mejor en lo que gastarse el dinero que en comer. Que hay que abrir la mente, probar cosas nuevas, visitar nuevos locales y que si eso significa paga un poco más... Una vez al año no hace daño, al contrario.
Esperamos que nadie se ofenda y no ser mal interpretados. La comida sencilla de las islas es maravillosa (para mi la mejor) y disfrutamos muchísimo de ella. Pero creemos que el campo gastronómico de las islas necesita mirar hacia fuera y ver lo que está pasando en el mundo, la revolución que lleva varios años sucediendo, y preguntarse porque nuestra gastronomía no se "vende" tan bien como otras.
Y reivindicando que existen los buenos piscolabis y que podemos conseguir que un sandwich pase de ser comida basura a convertirse en un gran plato, hoy les traemos nuestra versión del clásico americano Sandwich Club pero hecho con "pan de verdad" elaborado por nosotros mismos y con
productos frescos.
El sandwich club se cree que es originario de New York, donde comenzó a elaborarse en el Saratoga Springs Club-House a finales del siglo XIX. Existen muchas variantes de este emparedado hoy en día mundialmente conocido y cuenta con diversas versiones según el país donde se consuma, pero la original y más extendida es un sandwich triple con pavo, queso, panceta, tomate, lechuga y mayonesa; además por lo general va acompañado de una ración de papas fritas.
¿Apetece?
Ingredientes:
3 rebanadas de pan de molde
2 lonchas de pechuga de pavo braseada
4 lonchas de bacón ahumado
2 lonchas de queso gouda
3 hojas de lechuga batavia
1 tomate
Una cucharada de mayonesa
Una cucharada de mostaza
Elaboración:
Para empezar lavamos y cortamos la lechuga en pedazos grandes y el tomate en rodajas finas.
A constinuación tostamos el pan por ambas caras para darle la consistencia necesaria para que "aguante" todo lo que le vamos a poner a este sandwich. Mientra tanto vamos cocinando el bacón en una sartén o plancha hasta que quede bien crujiente.
Vamos con el montaje del sandwich. Cuando tengamos el pan listo ponemos un poco de mostaza sobre una de las rebanadas y sobre ésta el pavo, el queso y por último la lechuga. Cubrimos con otra de las rebanadas que previamente abremos untado con mayonesa por la cara inferior y mostaza en la superior. Sobre la segunda rebanada ponemos el tomate y el bacon y cubrimos con la última rebanada untada con mayonesa.
¡Listo para comer!