Buenas!
Los muy avispados quizás se hayan dado cuenta de que esta semana hemos cambiando los días de publicación de entradas de nuestros tradicionales lunes, miércoles y viernes a los martes y jueves (lo cual se nos hace muy raro, por raro que parezca, y valga la redundancia). Este cambio se debe a que esta semana se celebra unos de esos “#diasde” de Twitter que tanto nos gustan. Pero este no es un “#diade” cualquiera, este es un día muy panarra o panetil (como se prefiera). Y es que hoy señoras y señores (y otras cosas) es el #diadelaespelta.
Y quizás haya quien diga: ¿qué es la espelta? Tranquilos/as, para eso estamos. La espelta es una variedad de trigo que se cultiva desde hace más de 7.000 años y que en la actualidad constituye una de las más usadas en cultivos ecológicos. Tiene un sabor más intenso que el trigo común pero muy interesante. Además tiene muchas propiedades nutricionales (proteínas, minerales, vitaminas, carbohidratos y mucha fibra) debido, en gran medida, a que la espelta no sufre los procesos químicos que sí se le realizan a su primo el trigo común. Entre sus inconvenientes diremos que la harina de espelta es más cara que la de trigo común y además bastante más difícil de conseguir, sobre todo aquí en Canarias.
Para el día de hoy hemos decidido hacer una mezcla de harinas y semillas para conseguir así un pan multicereales que, todo hay que decirlo, son nuestros favoritos. Así en el campo de las harinas, además de espelta, nuestro pan de hoy también lleva harina integral, harina de fuerza (de trigo común) y en el campo de las semillas hemos puesto de girasol, de amapola, de lino, de calabaza y de sésamo. El resultado ha estado un escalón más arriba de la espectacularidad (modestia aparte).
Y una vez más hemos utilizado nuestra amada Masa Madrepara darle a nuestro pan ese sabor, textura y durabilidad tan especiales que solo con ella se puede conseguir. Además, y sin que sirva de precedente, le hemos añadido algo de levadura para darle un poco de marcha al tema porque con estos fríos nuestra pobre Masa Madreanda tiritando. Este es un pequeño truco (no lo hemos inventado nosotros por supuesto) muy recomendable para cuando uno anda con prisas como para esperar los levados del pan elaborado sin levadura pero no quiere renunciar a las bondades del pan con Masa Madre.
Además a nuestro Pan multicereales le hemos dado un tratamiento especial. Decidimos hacer panecillos y congelarlos una vez se enfriaron. Así hemos estado desayunando toda la semana con nuestro pan como si estuviera recién hecho. Hasta ahora, no sabemos muy bien por qué, no habíamos probado a congelar nuestro propio pan y la verdad es que nos ha encantado el resultado. Así que ya está lista la nueva remesa (esta vez vamos a doblar las cantidades) para hacer más acopio de pan para la próxima semana.
Pan multicereales |
Solo nos queda desearles un feliz #diadelaespelta y a disfrutarlo comiendo pan!
Ahí va la receta!
Ingredientes:
250 gr de harina de fuerza
200 gr de Masa Madre
100 gr de harina de espelta
75 gr de harina de trigo integral
250 ml de agua
100 gr de semillas variadas (girasol, amapola, lino, sésamo y calabaza)
10 gr de sal
10 gr de levadura fresca prensada
Elaboración:
En un recipiente amplio mezclamos todas las harinas con la sal. En otro recipiente ponemos la Masa Madre junto con el agua y la levadura desmenuzada y removemos bien. Incorporamos los ingredientes líquidos al recipiente de los secos y mezclamos hasta que se hayan integrado por completo con la ayuda de una cuchara de madera o goma. Cuando ya tengamos una masa uniforme, la pasamos a la mesa de trabajo espolvoreada con un poco de harina. Amasamos hasta obtener una masa lisa, pegajosa y elástica. Damos forma de bola y ponemos la masa a levar hasta que doble su volumen (aproximadamente dos horas) en un recipiente tapado con nuestro paño de panadero.
Transcurrido ese tiempo damos unos golpes leves a la masa para desgasificarla y, a continuación le damos a nuestro pan la forma deseada (panecillos de 120 gr en nuestro caso). Depositamos las semillas en un recipiente lo suficientemente amplio como para que podamos “rebozar” los panecillos en ellas. Colocamos los panes en una bandeja de horno (sobre un papel vegetal) teniendo cuidado de ubicarlos con suficiente distancia entre sí para que crezcan sin problemas y no se peguen los unos a los otros (con estas cantidades nosotros hicimos 2 horneadas).Dejamos levar nuevamente hasta que hayan doblado su volumen (aproximadamente una hora u hora y media más).
Precalentamos el horno a 250º C y, cuando hayamos introducido la bandeja de pan, bajamos la temperatura a 200º C. Pulverizamos agua cada minuto los primeros 5 minutos de cocción y dejamos que se horneen unos 20 minutos más o hasta que estén dorados (a gusto de cada uno). Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Listos para comer!