Buenas!
Hace unas semanas leí un Tweet que venía a decir que lo peor que le puede a pasar a un bloguero gastronómico es pillarse un virus estomacal o una gastroenteritis. En ese momento me pareció gracioso, sin más… Hasta hace dos noches. La llamaremos la noche “V”: “v” de virus, “v” vómito, “v” vaya… ¿Por qué a mí?
Resulta que la semana pasa el bebé Tartufo estuvo bastante pachucha. La pobre cogió un batiburrillo de virus de estómago con inflamación de amígdalas que le provocó fiebre, dolor de tripa, diarrea y mucha… mucha somnolencia. Yo, como “mami” que soy, puse todo mi empeño en hacer que esos días pochos pasaran de la forma más placentera posible… dándole mimitos, viendo dibujos animados casi todo el día, teniéndola en brazos y durmiendo con ella. Y claro está que eso iba a acarrearme una serie de consecuencias, entre las cuales la peor (con mucho) fue la noche “V”.
Eso sí, el virus fue benévolo en cierto modo conmigo, y antes de atacarme por la espalda, me permitió saborear y disfrutar de la clásica Pizza 4 quesos que el señor Tartufo nos preparó este domingo para cenar. A petición de la peque de la casa, que tras haber estado tan malita y no comer nada, volvió y con más fuerza, pidiendo pizza… mira si sabe el bebé Tartufo.
Por supuesto que nuestra Pizza 4 quesos con Masa Madre no es una pizza común. Para empezar, en vez de 4 quesos lleva 5… que en cuestión de queso más vale que sobre… Además lleva 3 tipos de harina (integral, común y de fuerza) y semolina (que le da el toque de auténtica pizza italiana) y por último y más importante no lleva levadura sino que está hecha con nuestra adorada Masa Madre. ¿Qué significa esto? Pues que nuestra pizza es más sana y tiene mejor sabor que las que habíamos hecho hasta ahora, crujiente y absolutamente deliciosa. Requiere más paciencia y tiempo que otras masas de pizza, como por ejemplo la que usamos para nuestra Pizza Margarita pero sin duda, una vez más, vale la pena esperar.
Se animan a probar?
Pizza 4 quesos con Masa Madre |
Ingredientes:
150 gr de harina de fuerza
150 gr de harina común
150 gr de harina integral
150 gr de agua
200 gr de Masa madre
50 gr de semolina de trigo
9 gr de sal
400 gr de tomate entero pelado (sin escurrir)
50 gr de queso azul
50 gr de queso brie
50 gr de queso Edam
50 gr de queso enmental
100 gr de queso semicurado
Orégano
*Nota: nosotros utilizamos un queso semicurado canario (Pastor guanche) pero podría sustituirse por cualquier otro queso al gusto.
Elaboración:
Para empezar se mezclan en un recipiente amplio los ingredientes secos (las harinas excepto la semolina y la sal), y un uno más pequeño los líquidos (agua y Masa madre). Añadimos los ingredientes líquidos a los secos (de manera que nos quedará todo en el recipiente más grande) y mezclamos bien hasta que esté todo integrado.
Ponemos la masa en la mesa, que habremos espolvoreado con semolina, y amasamos hasta que hayamos obtenido una masa suave y elástica. Depositamos la masa en un recipiente (espolvoreado con harina) y tapamos con papel film hasta que haya doblado su volumen (aproximadamente un par de horas).
Cuando nuestra masa haya levado, la pasamos a la mesa (espolvoreada con semolina) y la estiramos y damos forma redondeada con la ayuda de un rodillo (que también debe espolvorear con semolina). Con estas cantidades tenemos para dos pizzas medianas (como las de la foto). Pasamos la masa a una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y precalentamos el horno a 250º centígrados con calor arriba y abajo.
Ahora toca poner los ingredientes que nos apetezcan a nuestra pizza. Primero el tomate, al que previamente habremos escurrido todo el líquido dejándolo un rato sobre un colador. De esta forma nuestra masa quedará crujiente y no se reblandecerá al humedecerse con el agua del tomate. A continuación añadimos el queso que debemos haber cortado en dados o rallado (nosotros lo cortamos en dados por comodidad). Por último espolvoreamos con orégano y la introducimos en el horno.
Cocinamos la pizza a 250º, colocando la bandeja en el suelo del horno (o en la ranura más baja posible) durante 5 minutos y luego subimos la bandeja lo más arriba posible y seguimos cocinando hasta que el queso se haya gratinado por completo (aproximadamente 5 minutos más). Cuando la pizza esté dorada la retiramos del horno y la dejamos reposar un par de minutos antes de cortarla.
Lista para comer!